jueves, 4 de octubre de 2012

Federalismo y centralismo en España I


Hoy en día el asunto de la organización territorial del Estado está más abierto y candente que nunca. En una España en crisis no falta la diversidad de opiniones en torno al denominado Estado de las Autonomías. Aún a riesgo de simplificar, dividiremos las tendencias en torno a federalismo y centralismo, pese a que dentro de estos existen varios grados, acentuando por las propias opiniones de cada ciudadano. Con este artículo no pretendo sentar en ustedes un pensamiento acerca de este tema tan complejo, especialmente cuando el propio autor posee dudas en cuanto al tema. Por eso, solo veremos las causas históricas y políticas del federalismo español a lo largo de la Historia, y lo entroncaremos con las tendencias políticas en cada momento en Europa.

Es una creencia común hoy el pensar que el Estado español fue siempre centralista hasta la Constitución del 78, donde se "reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas". Esto es una verdad a medias. Si entendemos el nacimiento de España como nación política en el momento en el que los señores diputados proclaman una Constitución en Cádiz, es cierta esa tradición centralista. A pesar del reconocimiento de Cádiz a ciertas particularidades en los territorios de Indias, de ningún modo se planteaba lo mismo para la Península. Sin embargo, España existe desde antes de Cádiz y el debate federalismo-centralismo es anterior a la I República, primer intento federal de la era contemporánea.

En primer lugar, no debemos olvidar que España como Estado nace como una unión de reinos, en ningún momento existe una unificación nacional al estilo alemán e italiano. La invasión musulmana de la Península disgregó la débil unidad política que era el reino visigodo y condujo a la resistencia cristiana a formar núcleos aislados rebeldes en el norte. Estos núcleos se transformarían posteriormente en los reinos medievales que aparecen en el escudo nacional y evolucionarían(pese a un sentimiento de identidad, los documentos hablan de la "nación española" incluyendo Portugal,en el sentido medieval de nación)por senderos distintos. A fines del Medievo, las carambolas matrimoniales de los Reyes Católicos formalizan la unión dinástica, que se efectúa con la subida al trono de Carlos I, V en Alemania. La unión ibérica se completa con la incorporación de Portugal al imperio de Felipe II. Los reyes Austrias sabían de la complejidad de los territorios que reinaban, por ello mantienen las instituciones históricas y las leyes diferenciadas de cada reino de la Monarquía en una especie de conjunto federal llamado sistema polisinodial. Esto era representado en una serie de Consejos y Cortes en cada territorio del Estado. De esta manera, vemos como el nacimiento de España como Estado viene marcado por un federalismo "a lo Antiguo Régimen", pero federalismo. La Monarquía universal mantendrá este sistema sin controversias durante más de un siglo.

Las primeras voces contrarias empiezan a oírse en la primera mitad del XVII. Reinaba en España Felipe IV y el gobierno estaba en manos del Conde-duque de Olivares. El agotamiento de las reservas americanas, el peso de Castilla en las empresas comunes, y la entrada de la Monarquía en la Guerra de los Treinta Años hacen ver al valido que el sistema debe ser reformado de alguna manera. Propondrá para ello su célebre Unión de Armas, que intentaba el reclutamiento con fondos comunes, de un ejército. Las reticiencias a esta política provocarán la sublevación de Cataluña contra el valido, aprovechada por Portugal para desligarse de la Monarquía y conseguir la independencia. Durante el resto del período Austria en España, se mantendrán los privilegios y el sistema polisinodial.

La llegada, a comienzos del XVIII, de la centralista Casa de Borbón, que ya había realizado sus políticas en la Francia de Luis XIV, destruye ese federalismo existente en la Monarquía. Felipe V anula los privilegios y fueros de los reinos, y mantiene un solo Consejo, el de Castilla, que sumado a todos los demás, gobernará el país. También se produce por estas fechas la unificación parlamentaria. Deja de haber Cortes en Castilla, Aragón, Valencia, etc y pasa a haber unas Cortes generales de España. Solo Navarra y las Vascongadas mantienen ciertos fueros y privilegios derivados de su apoyo a Felipe V en la Guerra de Sucesión española. Esta situación se mantendrá a lo largo del XVIII y es el motivo por el que en Cádiz no se debate acerca del modelo centralista, y por qué la construcción del Estado liberal se hace sobre estos cimientos. Pero de esto hablaremos más adelante.