Tras la caída del Imperio romano, la sociedad occidental se
transformó. De esta nueva era, la Edad Media, surgió una sociedad estamental,
dividida en órdenes, como consecuencia del proceso de descomposición política,
económica y social de Europa. La división tripartita de la sociedad fue
teorizada por primera vez por el arzobispo de Reims, Adalberon de Laon, en sus
cartas al rey Roberto el Piadoso de Francia.
El orden eclesiástico no compone sino un
solo cuerpo. En cambio, la sociedad está dividida en tres órdenes. Aparte del
ya citado, la ley reconoce otras dos condiciones: el noble y el siervo que no
se rigen por la misma ley. Los nobles son los guerreros, los protectores de las
iglesias. Defienden a todo el pueblo, a los grandes lo mismo que a los pequeños
y al mismo tiempo se protegen a ellos mismos. La otra clase es la de los
siervos. Esta raza de desgraciados no posee nada sin sufrimiento. Provisiones y
vestidos son suministradas a todos por ellos, pues los hombres libres no pueden
valerse sin ellos. Así, pues, la ciudad de Dios que es tenida como una, en
realidad es triple. Unos rezan, otros lucha y otros trabajan. Los tres órdenes
viven juntos y no sufrirían una separación. Los servicios de cada uno de estos
órdenes permite los trabajos de los otros dos. Y cada uno a su vez presta apoyo
a los demás. Mientras esta ley ha estado en vigor el mundo ha estado en paz.
Pero, ahora, las leyes se debilitan y toda paz desaparece. Cambian las
costumbres de los hombres y cambia también la división de la sociedad.
ADALBERONIS, Carmen ad Robertum regem Francorum. Ed. MIGNE, J.P. Patrologiae Latinae. T. CXLI, cols.
781-782. (Formato latino)
Las teorías del eclesiástico galo venían a afirmar la
preponderancia del orden feudal terrestre como imitación de la sociedad ideal,
que debía existir en lo cósmico, en la mística Jerusalén Celeste. La sociedad
humana se organizaba a la medida de la sociedad que poblaba el Reino de los
Cielos. Dios, al crear al hombre a su imagen y semejanza, ¿no establecería
igualmente las misma jerarquía y orden en el Cielo y en la Tierra?. Sería
impensable que las sociedades terrenal y celestial se organizasen de formas distintas.
El sistema estaba, por tanto, absolutamente legitimado.
El pensamiento del arzobispo, hijo de su época, tiende a
perderse en el refinamiento de la retórica a la que estaban acostumbradas las
escuelas episcopales del momento. Sin embargo, consigue describir la nueva
jerarquía social de la Edad Media, y logra, ante todo, la aprobación general de
todos los intelectuales y hombres capaces de reflexión de su tiempo, no dudando
en lo sucesivo ninguno de ellos, la legitimidad de lo expuesto por Adalberon.
La sociedad estaba dividida en tres órdenes; los que luchaban, los que rezaban
y los que trabajaban; necesitando cada uno la labor de los otros dos para
subsistir. Además, defiende el prelado que es el único sistema que garantiza la
paz, siendo alterada esta, cuando se producen distorsiones o desviaciones en el
sistema social.
Adalberon no hace sino retratar la nueva sociedad medieval,
en proceso de formación durante varios siglos tras la caída del Imperio romano.
Esta división tripartita de la sociedad responde al proceso histórico de
descomposición en Occidente. La nobleza(los que luchan) es el estamento
resultante de la vieja aristocracia latifundista romana y la élite guerrera
germánica. Su poder aumentará enormemente al ser ellos los encargados de la
defensa del territorio en sustitución del ente público. El clero(los que rezan)
es una nueva clase privilegiada que aparece tras la oficialidad del la religión
cristiana en Occidente, y la unión de la Iglesia con el Estado. El estado
llano(los que trabajan) es la evolución de la masa de siervos como los describe
Adalberon, que trabajan la tierra y no ostentan ningún privilegio.
Este orden tripartito de la sociedad será el pilar
ideológico del Antiguo Régimen. El sistema será amenazado en los siglos posteriores
a Adalberon con el ascenso de las ciudades, y la aparición en estas, de una
nueva clase social, los mercatore(los que comercian) no prevista en la división
tripartita y que rompía con los esquemas ideológicos. La nueva burguesía acaparará cada vez más
riqueza y poder, y comenzó a reclamar
derechos políticos, económicos y sociales. Creará ideologías de acorde con su
condición y nuevas formas de pensamiento. El largo proceso de ascensión de la
burguesía culminará, ya finalizada la era medieval, en las revoluciones
liberales de los siglos XVIII y XIX que significarán el ascenso al poder de
esta, y el fin del sistema ideológico y social del Antiguo Régimen, y con él,
la caída final de la sociedad tripartita descrita por Adalberon de Laon.
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ResponderEliminargenial, g. duby. construyó toda la teoría de la estructuración tripartita de la sociedad medieval sólo fundado en la cita brevísima de un panegírico intrascendente de un obispo totalmente desconocido para su tiempo y la posteridad. y de duby en adelante, todos repiten esta idea, sin cuestionarla.
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