domingo, 7 de abril de 2013

El último pistolero

Seguro que aún la persona que menos interés pueda desarrollar por el cine clásico ha oído alguna vez este título: ´´ Lo qué el viento se llevó ´´ . Y como es lógico a todo el público de esos mágicos años y de nuestra actualidad les conquista el mismo personaje o , mejor dicho el mismo gran actor : Clark Gable .

Sin entrar en datos biográficos que a nadie interesa me gustaría destacar el alcance de este astro del cine . Protagonista de películas tan representativas para la historia del cine como ´´Sucedió una noche ´´ , ´´Vidas Rebeldes ´´y ´´Mogambo´´ aparte de la inmortal película ´´Lo qué el viento se llevó ´´ este galán por excelencia fue conocido como ´´el rey de Hollywood ´´y fue admirado hasta el triste día de su muerte en el año 1960. Sin embargo , hoy me he dado cuenta de que no puedo evitar preferir a alguien menos apreciado por sus contemporáneos: John Wayne.







Entre este ´´galán ´´de Ohio y la estrella del western por excelencia hay grandes diferencias. En cuanto a la actuación puede  verse como ambos estaban encasillados en dos tipos de papeles totalmente diferentes. Mientras Gable era el icono del sin vergüenza romántico que en el fondo tiene corazón John Wayne representaba todo lo contrario. En todas las películas de Wayne su personaje tiene convicciones arraigadas y cree estar haciendo lo justo. Esto le lleva a equivocarse , a ser incomprendido e ignorado.





Interpreta personajes orgullosos y testarudos pero finalmente siempre al percatarse de su error es capaz de reconocer la derrota e incluso de enfrentarse a los suyos por lo que es justo. En una de sus películas más famosas , ´´Centauros del desierto´´ , es capaz de superar su rechazo a los indios y salvar a su sobrina criada por comanches  todo esto mostrando la película el amor incondicional del personaje por su familia. Cuando se enamora este icono del cine americano suele tener serios problemas como en ´´La Diligencia ´´ dónde desconoce el pasado de su amada. La escena final de ´´Centauros del desierto ´´  dónde se aleja al desierto dejando en la casa a dos parejas felices de colonos salvados es para mí de las mejores del cine americano.


Pero este actor como es obvio no era considerado el ´´Rey de Hollywood ´´ . Cualquiera podría considerar que en vida Clark Gable pudo recibir más adoración por  papeles de sin vergüenza sin escrúpulos que no se complican su existencia que la que recibió John Wayne por papeles de hombre convencido de sus ideas y principios ( fueran estos de la orientación que fueran ). Pero tras una seria conversación paterna y mucha reflexión quizás eran y odio decir esa frase porque siempre me pareció falsa  , cariños diferentes.







John Wayne acabó siendo una institución en Estados Unidos. Quizás no es tan espectacular como ser conocido como el ´´Rey de Hollywood´´ pero sus compatriotas llegaron a tenerle verdadera devoción llegando al extremo de ser considerado en ciertos momentos como candidato a puestos políticos de relevancia. Puede ser que en ciertos aspectos encontremos en este inadvertido, para algunos , actor un ejemplo de como saber ocupar el lugar que corresponde a uno dentro , en este caso , de la interpretación y no buscar ser otra cosa.


Seguramente nosotros también hemos podido vivir como el camino de creer firmemente en las convicciones llegando a enfrentarnos   a todos incluso a los que nos quieren es difícil . También y porque no decirlo ( como dice un profesor mío ) hemos podido expresar esa soledad que tan bien transmite caminando en solitario al acabar la película. Destacar por último que este gran actor siguió actuando hasta el día de su muerte y su última película ´´El último pistolero ´´ es un gran remate a esta , por lo menos para mí , gran carrera en la cual sin duda sería apoyado por ciertas personas de gran valor.

domingo, 17 de marzo de 2013

Sobre Chávez, populismo y salvapatrias.


Una multitud llorando. El féretro del líder. Alrededor de este, los militares, las banderas nacionales, crucifijos y obispos. A simple descripción, la España rancia de toda la vida. Si lo vemos, se trata de la bolivariana Venezuela.

Parece que ante la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez se han desatado las pasiones en todo el mundo. Al menos, en nuestro mundo. Es curioso observar, como bajo las lágrimas “humanitarias” se ha desenmascarado más de uno que se decía opositor. También la vileza moral de quien, ni corto ni perezoso, ha decidido festejar la muerte de, al fin y al cabo, un ser humano. Pero no hablaremos de esto.

Venezuela es una democracia. Pero una democracia con aires claramente dictatoriales, con un partido en el poder que admira la Cuba castrista y añora la vieja Unión Soviética. Es increíble observar como en el aspecto político español, encontramos un amor casi reverencial por todo cuanto representaba Chávez. Esta simpatía lleva a tintes hipócritas en cuanto a las actuaciones del fallecido presidente se refiere. Y es que, por mucho que Hugo Chávez fuera un revolucionario, bolivariano, indigenista y servidor del pueblo no es menos cierto que con ello llevaba aparejado el autoritarismo, la homofobia y el machismo. Estas actitudes, tan criticadas por estos personajes en España, se convertían en meros deslices morales justificables y comprensibles cuando hablaba el gran padre de la revolución bolivariana. Ni que decir tiene el aspecto religioso, donde estos personajes ejercen una furibunda crítica aquí, mientras que veían con buenos ojos cuando el mandatario se hacía rodear de la parafernalia y terminología religiosa. En esta hipocresía, no es menos destacable la cuestión militar. Un ejército venezolano atrasado, politizado e interventor era objeto de alabanzas al otro lado del charco mientras que en la sufrida España un ejército profesional y no interventor (dos siglos nos ha costado hacerlo así) es objeto de duras críticas sabe Dios por qué. (Dios el revolucionario, ojo, no el fascista).

En fin, para qué seguir. Las sucesivas legislaturas de Chávez nos han dejado episodios de lo más lamentables, propios de un régimen populista y bananero como era (y es) la Venezuela bolivariana.  Proceso acrecentado en estos últimos días cuando tras el anuncio de la muerte de Chávez, el Gobierno de Maduro decidió sacar los tanques y las tropas a la calle “para garantizar la seguridad”. ¿Qué seguridad había que garantizar? El golpe de Estado institucional se acrecentó tras asumir Maduro la presidencia en funciones, cuando la propia Constitución bolivariana establecía que dicho cargo correspondía al presidente de la Asamblea Nacional.

Venezuela avanza con nuevos vientos, y no son necesariamente mejores. La histeria colectiva tras el fallecimiento del líder permite un clima favorable a todo tipo de atropellos hacia la Constitución y la débil democracia existente en el país. Ya los militares han expresado su deseo de continuar la revolución bolivariana, y en la TV pública se han llegado a emitir discursos de Chávez animando a votar por Maduro… ¡a menos de un mes de las elecciones!

Siempre serán más fáciles de seguir aquellos, que frente a la racionalidad y las ideas, aboguen por el populismo, los gestos y el falso carisma. Cuidado con aquellos, que en momentos de necesidad, se erigen en salvapatrias con un discurso fácil e ignorante. Vale para la Historia de España, a la que no eximo de caer en las manos de estos personajes, y valga también para la Venezuela de Chávez y Maduro.

viernes, 8 de marzo de 2013

Feliz Día de la Mujer


Hoy, Día de la Mujer, homenajeo a esta con la historia de Margarita Porete, una religiosa alemana de los siglos XIII y XIV. Esta mujer nació en la actual Bélgica en torno a 1250. Participó en el movimiento de las beguinas, una de las numerosas corrientes del cristianismo medieval definida como herética por la Iglesia católica, que expresaban la religiosidad popular y en numerosas ocasiones, se desviaban de los dogmas de Roma. 

Margarita Porete escribió "El espejo de las almas simples", un libro de mística cristiana centrado en el amor divino. En él, defendía temas acéticos y místicos propios del Medievo. Sin embargo, encontramos en él algo transgresor con los valores de su época. Dejándose influir por el milenarismo tan presente su sociedad, nuestra amiga periodizaba la Historia en tres edades: la edad del padre, la del Hijo y la del Espíritu Santo,, que estaba por venir. Hasta ahí, nada especial. 

La cuestión estaba en que la alemana identificaba el Espíritu Santo con la mujer. En esta Edad que estaba por venir se invertirían las jerarquías sociales y la mujer mandaría en el mundo. 





¡Feliz Día de la Mujer!

miércoles, 6 de marzo de 2013

EL JUDÍO ERRANTE 

Desde el inicio del cristianísmo se ha desarrollado la creencia en la inmortalidad de ciertas personas que esperarían la segunda llegada de Cristo. El judío errante es un personaje que engloba todos ellos . Las vertientes de esta leyenda son incontables . Por un lado hay dos claras referencias bíblicas a el posible desarrollo de la inmortalidad por voluntad divina de dos personas. 

Una de ellas es Caín a quién el libro del Génesis nos muestra que Dios dice así : Cuando cultives la tierra no te dará fruto y vagarás errante .

 

A partir de este dato la historia pierde su unidad existiendo numerosos nombres para este personaje malévolo que iría errante por el mundo sin el descanso otorgado por la muerte. Esta sería su condena por haber negado ayuda a Jesús en su trayecto al Gólgota. Entre estos nombres esta el de Ahseverus , Buttadeu , Catáfito ,Samer  y Ausero son algunos de los más famosos. También el motivo cambia de una leyenda a otra afirmando algunos escritos que habría más de un judío errante existiendo otro condenado por fabricar el becerro de oro en tiempos de Moisés. 

Sea como fuere este personaje tuvo una gran carga simbólica en un medievo cada vez más antisemita. Lógicamente esta leyenda se entiende como metáfora de la famosa Diáspora del pueblo judío tras la destrucción del templo  lo que para algunos sectores del occidente medieval no sería sino una consecuencia del deicidio israelita , es decir , un castigo divino por la muerte del hijo de Dios , Jesús de Nazaret. Se empieza así a narrar apariciones del judío errante por toda Europa : en Hamburgo en 1547  , en España en 1575 , posteriormente Praga , Lübeck , etc...


Incluso en los últimos años algunos afirman haberlo visto en Toledo o Estados Unidos y por supuesto como sucede siempre con estas cosas prima el engaño , la existencia de farsantes y todo lo que se pueda achacar a cualquier fenómeno paranormal que se precie. Pero esta  entrada pretende examinar los efectos de ese mito en la cultura europea más próxima a nosotros  para así comprender la carga ideológica que hay detrás de este personaje. Tristemente no somos los primeros en darnos cuenta de la fuerza del miedo pues ya el movimiento nacionalsocialista alemán se valió de este mito dando incluso nombre a una película de propaganda esencial para el tercer Reich : Der ewige jude (el judío eterno ) .


Incluso se podría decir que llegamos tarde a la reflexión sobre el famoso hebreo , pues autores de gran aceptación en el  entretenimiento inocente dentro del (utilizando terminología propia del presidente Kennedy tan admirado en occidente)  mundo libre ya han abordado al menos en cierta medida al personaje.




Y una clara muestra la encontramos en la inmortal obra de Walt Disney los tres cerditos de 1933 dónde el lobo feroz se disfraza de vendedor judío ambulante que al son de un kinnor  intenta entrar en la casa en clara referencia a ese carácter de continuo paso que tanta relación tiene con lo expresado sobre el judío errante.
.


También en Europa encontramos que el conocido volumen de Asterix y el adivino nos muestra en prolix casi un fiel retrato del judío errante por excelencia. Con esto no pretendo crucificar la gran obra de Walt Disney ni la inmortal creación de mis admirados Goscinny y Uderzo a los que no veo en absoluto como antisemitas sino que tan solo defiendo la existencia en nuestra cultura occidental de un profundo rechazo al pueblo judío materializado en este prototipo del judío errante.


Además uno de los países dónde más fuerza tuvo la tradición del judío errante fue en Alemania. La razón sin duda se encuentra en la mitología germánica y esos largos viajes del dios Wotan como vagabundo y finalmente esto me lleva a la reflexión que me ocupo un tiempo relevante : ¿Será que en realidad es propio del ser humano tener miedo a un extraño que va de puerta en puerta? ¿ Será que nosotros mismos en es este momento estamos asustados ? ¿ Y sí siempre queremos trasladar nuestra culpa a un ser o pueblo sobre el que cargar toda la responsabilidad?¿ Tenemos miedo de aquellos que estan a nuestro alrededor?


Sin duda  esta es la calve de mi reflexión pues nos encontramos ante una historia que aunque parezca que no entraña grandes misterios. Pensemos en que le preguntaríamos a este viajero cansado , que le aconsejaríamos o que pensaríamos de el. Veremos que ninguno estamos libre de culpa y que este camino por la vida sin encontrar descanso es un reto al que se debe hacer frente cada día..



Por último terminar contando una pequeña anécdota. Un amigo mío hace unos año vio a un vagabundo que no cesaba de repetir un solo nombre: el de Asheverus. Pero al mencionarlo mi amigo ese hombre se fue y no volvió. Nunca y repito nunca he creído ni creeré  en leyendas infundadas pero la verdad es que en un mundo que se fía  de lo mencionado por los invitados de  Iker Jimenez día tras día esta historia no debería pasar como simple e infundada y sería otro buen motivo para reflexionar antes de dormir sobre nuestro desdichado judío errante.


martes, 5 de marzo de 2013

El Reino del Preste Juan


El Reino del Preste Juan era un reino mítico presente en el imaginario de la Edad Media. Imbuidos por las fabulosas historias que venían de Oriente, los occidentales creyeron firmemente en la existencia de este reino, una nación cristiana aislada entre paganos e infieles en el más Lejano Oriente. Su gobernante, un presbítero (o preste) llamado Juan que había sido coronado rey al mismo tiempo. Este Preste Juan era objeto de la fantasía medieval, y se decía de él que era un monarca generoso y benevolente que reinaba sobre un país rico y lleno de las más grandes maravillas del orbe, como un espejo fantástico desde donde podía ver todas sus provincias. Los más maravillosos objetos estaban en aquel lugar que resistía como un baluarte de la Cristiandad rodeado de los más acérrimos enemigos. En él, además, se decía que residía el legendario Patriarcado de Santo Tomás, el incrédulo apóstol del Salvador que según la tradición habría ido a predicar a tierras de la India.

Este Preste Juan es objeto de las más atrevidas controversias sobre su origen. Algunos autores aseguraban que era descendiente de los Reyes Magos. Otros se atrevían a aventurar que era el mismísimo apóstol Juan, que inmortal, seguía residiendo en la Tierra como rey y señor de los cristianos del Oriente. Este extracto de las Sagradas Escrituras daba pie a las más fantásticas especulaciones en torno a Juan:

Pedro miró atrás y vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el que en la cena se había inclinado sobre su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?». Al verlo, Pedro preguntó a Jesús: «¿Y qué va a ser de éste?». Jesús le contestó: «Si yo quiero que permanezca hasta mi vuelta, ¿a ti qué te importa? Tú sígueme.». Por esta razón corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no iba a morir. Pero Jesús no dijo que no iba a morir, sino simplemente: «Si yo quiero que permanezca hasta mi vuelta, ¿a ti qué te importa?». Este es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito aquí, y nosotros sabemos que dice la verdad. (Juan 21, 20-24)
En su avance descubridor bordeando África, los portugueses llegaron a la Etiopía cristiana, cuyo Rey identificaron con el Preste Juan.


El legendario Reino marcó la Historia europea, pues para la concepción de la época era una evidencia real su existencia, más que puro mito o leyenda. El Reino del Preste Juan fue buscado a lo largo de la Edad Media. Según la leyenda, sir Perceval, caballero del Rey Arturo, había llevado el Santo Grial al Reino del Preste Juan, donde este se encontraba, junto a otras de las sagradas reliquias del cristianismo.

En la era de las Cruzadas, la búsqueda del Reino del Preste Juan adquirió un carácter político. Jerusalén había sido tomada en 1099 por las fuerzas cristianas, y Tierra Santa se encontraba en manos de la Cristiandad. El débil reino de Jerusalén se encontraba rodeado por el Islam, por lo que su existencia era complicada. También requería ayuda el emperador de Constantinopla, pues su Imperio también se encontraba asediado por el Islam. En esta situación, los poderes cristianos occidentales buscaron una alianza estratégica con el Reino del Preste Juan, conscientes de que los intereses de la lejana nación cristiana les harían amigos de esta.

La leyenda se afianzó a raíz de los rumores de que el Papa de Roma y el Emperador de Constantinopla habían recibido mensajes de una figura misteriosa, considerada el Preste Juan, que les hablaba de la grandeza, riqueza e inmensidad de su reino. Inmediatamente se prepararon misivas y embajadores, que fueron enviados desde Roma y Constantinopla a Oriente para dar con el Reino. Estas misivas no recibieron respuesta y los embajadores volvieron sin éxito. La leyenda llegó a tal punto que en su viaje a la India, Vasco de Gama llevaba cartas del Rey Manuel I de Portugal destinadas al Preste Juan con objeto de establecer una alianza política y comercial con este.

En cuanto a su ubicación, el Reino del Preste Juan se ubicaba según la visión europea en Asia central. Otros defendían su ubicación en la India, habida cuenta de la inexacta percepción que el occidental tenía de la India, un vago concepto que abarcaba tierras más allá de la península a la que hoy denominamos como tal. Se hablaba de las Tres Indias de las que una podía ser Etiopía. Esto hará que los portugueses crean que han encontrado el mítico reino con su legendario rey en Abisinia, el Negus de los etíopes, al que llamarán “Preste Juan”, pese a que este jamás había recibido dicho título ni ningún monarca había llevado este nombre. El mejor conocimiento del orbe a raíz de la Era de los Descubrimientos y los estudios posteriores desecharán al fin esta idea del imaginario europeo. El Reino del Preste Juan será borrado de los mapas, tras afirmar el orientalista alemán Leutholf en el XVII que no existía ninguna conexión entre el Preste Juan y los reyes etíopes por lo que la leyenda era falsa y carente de sentido.



Sea como fuere, el Reino del Preste Juan fue todo un símbolo poco conocido de la Edad Media. Representaba la universalidad de la Iglesia y de la Fe cristiana en una era de conocimientos imprecisos, confusión geográfica y choques entre culturas para un Occidente medieval necesitado. A lo largo del Medievo, estimuló a viajeros, comerciantes y misioneros que se lanzaron a tierras inhóspitas en busca de leyendas. Estos hombres representan el anhelo de la Humanidad, que en toda época y lugar, sigue buscando su Reino del Preste Juan.
                                                                                

sábado, 10 de noviembre de 2012

Homenaje al 89



Hoy,hace 23 años el pueblo de Berlín rompió las cadenas de la tiranía y derribó el Muro que les separaba, que les había separado desde agosto de 1961. Familias que quedaron separadas, padres, hijos, hermanos... que durante 28 años apenas pudieron ver a sus familiares por culpa de un régimen tiránico que debió erigir un muro para evitar que su gente escapase de la miseria. Hoy recordamos a aquellos hombres abatidos cuando intentaban cruzar la frontera, así como a los que la famosa noche de noviembre del 89 contribuyeron a derribar el Schandmauer, el muro de la vergüenza. Hoy rendimos homenaje a un pueblo que luchó por la libertad, y por algo tan simple y tan cotidiano como poder estar con sus familias. Hoy rendimos homenaje al pueblo de Berlín, que precipitó la caída de la RDA y abrió el camino a la unificación del país, y a la libertad.

Por eso, y parafraseando a Kennedy hoy debemos decir:
¡Ich bin auch ein berliner!

jueves, 4 de octubre de 2012

Federalismo y centralismo en España I


Hoy en día el asunto de la organización territorial del Estado está más abierto y candente que nunca. En una España en crisis no falta la diversidad de opiniones en torno al denominado Estado de las Autonomías. Aún a riesgo de simplificar, dividiremos las tendencias en torno a federalismo y centralismo, pese a que dentro de estos existen varios grados, acentuando por las propias opiniones de cada ciudadano. Con este artículo no pretendo sentar en ustedes un pensamiento acerca de este tema tan complejo, especialmente cuando el propio autor posee dudas en cuanto al tema. Por eso, solo veremos las causas históricas y políticas del federalismo español a lo largo de la Historia, y lo entroncaremos con las tendencias políticas en cada momento en Europa.

Es una creencia común hoy el pensar que el Estado español fue siempre centralista hasta la Constitución del 78, donde se "reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas". Esto es una verdad a medias. Si entendemos el nacimiento de España como nación política en el momento en el que los señores diputados proclaman una Constitución en Cádiz, es cierta esa tradición centralista. A pesar del reconocimiento de Cádiz a ciertas particularidades en los territorios de Indias, de ningún modo se planteaba lo mismo para la Península. Sin embargo, España existe desde antes de Cádiz y el debate federalismo-centralismo es anterior a la I República, primer intento federal de la era contemporánea.

En primer lugar, no debemos olvidar que España como Estado nace como una unión de reinos, en ningún momento existe una unificación nacional al estilo alemán e italiano. La invasión musulmana de la Península disgregó la débil unidad política que era el reino visigodo y condujo a la resistencia cristiana a formar núcleos aislados rebeldes en el norte. Estos núcleos se transformarían posteriormente en los reinos medievales que aparecen en el escudo nacional y evolucionarían(pese a un sentimiento de identidad, los documentos hablan de la "nación española" incluyendo Portugal,en el sentido medieval de nación)por senderos distintos. A fines del Medievo, las carambolas matrimoniales de los Reyes Católicos formalizan la unión dinástica, que se efectúa con la subida al trono de Carlos I, V en Alemania. La unión ibérica se completa con la incorporación de Portugal al imperio de Felipe II. Los reyes Austrias sabían de la complejidad de los territorios que reinaban, por ello mantienen las instituciones históricas y las leyes diferenciadas de cada reino de la Monarquía en una especie de conjunto federal llamado sistema polisinodial. Esto era representado en una serie de Consejos y Cortes en cada territorio del Estado. De esta manera, vemos como el nacimiento de España como Estado viene marcado por un federalismo "a lo Antiguo Régimen", pero federalismo. La Monarquía universal mantendrá este sistema sin controversias durante más de un siglo.

Las primeras voces contrarias empiezan a oírse en la primera mitad del XVII. Reinaba en España Felipe IV y el gobierno estaba en manos del Conde-duque de Olivares. El agotamiento de las reservas americanas, el peso de Castilla en las empresas comunes, y la entrada de la Monarquía en la Guerra de los Treinta Años hacen ver al valido que el sistema debe ser reformado de alguna manera. Propondrá para ello su célebre Unión de Armas, que intentaba el reclutamiento con fondos comunes, de un ejército. Las reticiencias a esta política provocarán la sublevación de Cataluña contra el valido, aprovechada por Portugal para desligarse de la Monarquía y conseguir la independencia. Durante el resto del período Austria en España, se mantendrán los privilegios y el sistema polisinodial.

La llegada, a comienzos del XVIII, de la centralista Casa de Borbón, que ya había realizado sus políticas en la Francia de Luis XIV, destruye ese federalismo existente en la Monarquía. Felipe V anula los privilegios y fueros de los reinos, y mantiene un solo Consejo, el de Castilla, que sumado a todos los demás, gobernará el país. También se produce por estas fechas la unificación parlamentaria. Deja de haber Cortes en Castilla, Aragón, Valencia, etc y pasa a haber unas Cortes generales de España. Solo Navarra y las Vascongadas mantienen ciertos fueros y privilegios derivados de su apoyo a Felipe V en la Guerra de Sucesión española. Esta situación se mantendrá a lo largo del XVIII y es el motivo por el que en Cádiz no se debate acerca del modelo centralista, y por qué la construcción del Estado liberal se hace sobre estos cimientos. Pero de esto hablaremos más adelante.